Mujer: Derecho a la Educación

Autora: Lic. Miriam Lizett Quiñonez Pérez, profesora de la Licenciatura en Derecho con Enfoque en Derechos Humanos

¿Qué es la educación? Es un proceso para facilitar el aprendizaje, el adquirir conocimientos, de formación en el conjunto de habilidades, valores, creencias y hábitos. El cual incluye varios métodos como investigación, debate, cuentos, discusión, enseñanza y el ejemplo. Reto inigualable a lo largo de la historia y en la actualidad, sin embargo, este derecho está reconocido desde Declaración Universal de los Derechos del Hombre, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, entre otras, sin embargo en nuestra carta magna en su artículo 3, se señala que este derecho debe estar “basado en el respeto irrestricto a la dignidad de las personas, con enfoque de derechos humanos y la igualdad sustantiva”.

Por ende, la mujer con el transcurso de la historia y de acciones, ha abierto varias brechas en la educación ejemplo de ello en la ciencia, artes, tecnología, política y área educativa, donde se ha buscado el pleno desarrollo de la personalidad humana y sus libertades fundamentales, favoreciendo el respeto, tolerancia, equidad e igualdad de oportunidades.

Un reto esencial para ello, es que la educación para la mujer sea inclusiva y equitativa, de calidad a lo largo de su vida, donde existan menos obstáculos para su ejercicio pleno y dueñas de su vida en plenitud. No obstante, se han enfrentado varios desafíos, en igualdad de género y educativa, hacer frente a la marginación, disparidades, desigualdades, acceso a su participación, a diversas situaciones de vulnerabilidad como la pobreza, los sesgos sociales, culturales, costumbres, violencia, aislamiento geográfico discapacidad y los estereotipos sociales, entre otros, que depende de su medio y de lo que viven donde se vea limitada su derecho a la educación.

Sin embargo, reconozco que la visión de la mujer como transformadora, de desarrollo y humanista ha ido creciendo y avanzando, reparando sus desventajas, combatiendo sus estigmas, estereotipos, luchando por una vida libre de violencia y garante de su derecho, cada día alzando la voz para gozar sus derechos en plenitud, en igualdad y equitativamente con su participación diaria en la sociedad.

Largo camino por recorrer, avanzar y seguir transformando y evolucionando en un mundo global donde los retos aumentan pero no son obstáculos, si no oportunidades de empoderamiento para niñas, adolescentes y mujeres como visionarias con valores de equidad y justicia construyendo una sociedad educada, equitativa, inclusiva con igualdad de oportunidades.

Paula Freire dijo “La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo”, por ello, reconozco a cada mujer que ejerce su derecho educativo, a aquellas que miran a las mujeres y apoyan a su formación y que diariamente contribuyen en el proceso y su proceso. Mujer eres única e inigualable y gracias a ti eres un motor de cambio para un mundo mejor.

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